jueves, 31 de marzo de 2011

El Dilema de los Métodos

Desde mis primeras clases de Métodos de Investigación en la Ilustre Universidad Central de Venezuela hubo un libro que siempre me llamó la atención: “Más Allá del Dilema de los Métodos” y que una vez en mis manos leí lo que tenía que leer y lo atesoré como bibliografía de referencia en toda mi trayectoria como investigador y profesor universitario (que a la fecha es corta) y ahora concretamente en el campo de la investigación de mercados, siento que sigue latente la siempre urgente interrogante sobre la elección del método.

Dedicado a las profesoras Elsy Bonilla y Penélope Rodríguez


Algunos de mis mentores, y por lo tanto responsables de mi formación como investigador, fueron: Morelba Jimenez, Tomás Páez, y Carlos Sabino cada uno con sus enfoques diferentes abonaron en mí la idea de: “que hay teorías y modelos metodológicos que explican mejor unas realidades que otros”. El problema está en explicar los fenómenos siempre desde mismo ángulo y con la misma técnica (acoto que no quiero entrar en la clásica discusión entre la objetividad y la subjetividad). Volviendo al libro mencionado más arriba, advierto que, no tiene por propósito darle respuesta a la elección de qué tipo de método finalmente es el idóneo. Y creo que ningún libro o estudio serio lo puede hacer. Pero, viene al caso su título por su importancia en la investigación y para darle sentido a este escrito.


Un Debate de la Ciencias Sociales


Es sabido por toda la comunidad científica, académica y empresarial que a lo largo del siglo XX ha habido una confrontación entre los métodos Cuantitativos y Cualitativos. A mi parecer, la confrontación se origina más por una inclinación del investigador que por el método para aprehender la realidad. Además creo que Raymond Aron en aquellos años 60´s zanjó el debate diciendo en la introducción de una de sus obras clásicas: “las etapas del pensamiento sociológico” que le llamaba la atención aquellos debates de los congresos internacionales de sociología, sobre todo por las disputas entre sociólogos americanos y rusos que ambos por diferentes caminos llegaban a conclusiones “casi comparables”. Es por ello que hablar sobre el tema conlleva a discusiones tan odiosas como agotadoras a la hora de seleccionar cuál es el modelo ideal de investigación. Además que, siempre terminan como aquellas que versan sobre qué origina la sociedad; la necesidad de comunicarse, (Cs de la Comunicación) la necesidad de vivir juntos (la Sociología), la necesidad de vivir de acuerdo a unas reglas (el Derecho) o de resolver cómo hemos de vivir respecto a los recurso disponibles (la Economía) y así un amplio etcétera.


La realidad social es compleja y también confusa. Es por ello que los padres de la sociología advirtieron desde su nacimiento como ciencia, que la misma se aborda desde diferentes ópticas. Lo que no quiere decir que sea como nos parece. Sino con un conjunto por un lado, de diferentes maquetas teóricas que explican los fenómenos y por otro una variedad de enfoques metodológicos y técnicas que nos permiten saber, cómo se comportan, qué son, por qué son de tal o cuál manera los fenómenos sociales. Tom Campbell hace una buena clasificación en su libro Siete Teorías de la Sociedad. Aunque esta discusión, la podemos encontrar con variantes en muchos autores como el ya citado, Raymond Aron, Irving Zeitlin y George Ritzer desde una perspectiva de autores o escuelas de pensamiento, pero por comodidad explicativa mostraré la de Campbell.


Este autor sugiere que la mayoría de las teorías que se encargan de explicar aquello que es “lo social” se circunscriben de acuerdo a los siguientes parámetros:




  • El parámetro Idealista-Materialista.



  • El parámetro Descriptivo-Normativo.



  • El parámetro Individualista-Holista.



  • El parámetro Consenso-Conflicto.



  • El parámetro Positivista-Interpretativo.

No entraré en detalle en ellos, puesto que para los entendidos, ya los mismos títulos sugieren la forma cómo se explican los fenómenos. Lo que quiero resaltar a quien se inicia en la investigación es emplearlos como modelos para orientar, o todo el trabajo de investigación o bien, los reportes y los informes de resultados. En primer lugar porque los trabajos no se parecerían a monografías y en el segundo porque en muchos casos se pierde la esencia de explicación y se termina informando sobre promedios, porcentajes, diferencias significativas y descripciones.


La Epistemología del Método y La Técnica de Recabar los Datos


Evidentemente son dos cosas distintas. Pero muchos las confunden. Los que recién se inician en la investigación y los que no provienen del campo de la sociología. Una cosa es la ciencia del método, cómo se aborda, los problemas que presenta, cómo es el proceso que debe garantizar, que cuando otros utilicen nuestra metodología sus resultados sean parecidos y otra cosa la técnica para la recolección de datos; el cuestionario, la encuesta, la entrevista etc. Los que no dominan está separación tienden a usarlos indiferentemente.


Visto lo anterior, el problema a solventar es la Adecuación Empírica. No hay maqueta teórica que resista este test. La razón principal estriba en que si una de estas posturas, una vez aplicado el método, no refleja la realidad tal y como lo explican los axiomas que la componen, simplemente pierde vigencia, y está condenada al olvido. Pero no es menos cierto que hay investigadores afanosos y encasillados en modelos en desuso o mejor dicho no cónsonos a los nuevos tiempos. Otra dificultad, que se agrega a las anteriores, es el hecho de que los investigadores se enfrentan al poder de seducción de las técnicas para recabar los datos. Aquí no es tanto el método, sino a aquellas que están asociadas las TIC´s, las cuales nos son presentadas como panacea en donde debe girar toda la investigación.


Puede que lo hasta aquí expuesto nuble nuestro propósito: el tema de la Elección. Sería bueno que se indague entonces, sobre los tres grandes grupos por los cuales se orienta la mayoría de las investigaciones:




  • Metodologías Cuantitativas.



  • Metodologías Cualitativas.



  • Metodologías de Intervención Social. Hay posturas que la colocan dentro de los Métodos Cualitativos.

Veremos que cuando se comprende el lugar que corresponde a cada metodología y específicamente saber en qué consisten, las dificultades pueden ir diluyéndose.


Hacia la investigación con enfoque Multiestratégico y la Complementariedad de los Métodos


Si consideramos este subtitulo y como investigadores hacemos el ejercicio de pensar en ello, puede que resolvamos el tema de la Elección del Método. Lo entenderíamos menos como separación y más como una estrategia para emplearlos en la investigación. Una dimensión en donde se complementa lo confrontado.


¿Qué es la investigación con un enfoque multiestratégico? Es aquella que parte del reconocimiento de que existe diversidad en la sociología no sólo en el plano teórico sino también en el metodológico. Es por ello que apuesta por el empleo conjunto de metodologías cuantitativas y cualitativas para explicar los fenómenos sociales, logrando proporcionar una panorámica general del problema que nos permite llevar a cabo acciones estratégicas, para resolver y transformar eso que tanto nos preocupa de la realidad.


Sencillamente así: Hay momentos que hacer una investigación de tipo Cuantitativa requiere previamente de una investigación de tipo Cualitativa o viceversa. Hay fenómenos que lo cuanti no explica completamente y habrá que recurrir a lo Cuali y viceversa. Vale la pena mencionar el ejemplo de la iniciativa de la Universitat de Barcelona y la Universitat Autònoma de Barcelona concretamente en el Màster en Tècniques d`Investigació Social Aplicada (a la fecha su 7ma edición). Es una de las mejores propuestas académicas que intenta resolver este dilema. Su contenido habla por sí mismo.


Así que no nos fiemos ni ceguemos sólo por las novedosidades en cuanto a técnica sino vienen acompañadas de un basamento sustancial. El uso del logicismo y el conocimiento no formal siempre tiende a engañar cuando no se sabe de las cosas. En definitiva la elección es un problema de decisión, en nuestro caso, la decisión es metodológica.


Sobre nuestro Ilustrador

viernes, 4 de marzo de 2011

Por Qué el Individualismo no es Egoísmo: Xat amb Nur (II)

El Liberalismo o la Oposición al Poder Constituido y La Teoría de la Acción Humana

El mayor problema del liberalismo proviene de su interpretación, que en un mundo donde existe el predominio global de los ideales de solidaridad y justicia social, hace unidireccional su análisis porque hay gente que sólo quiere mirar con los lentes del colectivismo. También hay mucha gente -y me incluyo- que no sabe no sabe exactamente de que va el Liberalismo por un lado, y por otro, duda de que sea un sistema viable. Ello dificulta su defensa.


Pero, ¿de qué trata esta postura ideológica tan desprestigiada que privilegia al individualismo? R. Cubbedu nos habla de “ una teoría y una praxis para el CONTROL y la REDUCCIÓN DEL PODER, que parte de la constatación que los INDIVIDUOS, aun teniendo los mismo Derechos, son naturalmente Diferentes en cuanto dotados de un conocimiento limitado y falible” Esto resume que, al oponerse al poder, el gobierno como forma política no es de los hombres sino de las leyes. Con eso evita la personalización del poder, o la atribución del mismo de manera ilimitada a una determinada clase gobernante. La igualdad, aquella que defiende tanto el colectivismo como suya, nos es una ocupación ni aspiración del Poder Político sino de los ciudadanos que se realiza en la Ley. Es así como la tripartición del poder constituido juega una pieza fundamental.


Así pues, las demandas que necesiten reglarse, vienen por igual, desde la esfera política como desde la esfera civil- individual y quienes se encarguen de hacer las leyes no pueden acogerse a intereses político-partidistas y económicos, por aquello de que el sistema legal es independiente. En este sentido se hace la observación de que las leyes no se hacen para alcanzar fines especificos propuestos por los políticos, sino para proporcionar un orden en donde los diferentes fines subjetivos de los individuos puedan alcanzar la armonía y convivencia con reglas generales.


Entonces es la Ley y no el poder político la que garantiza la única forma de superar las desigualdades naturales. El resultado es que las libertades individuales por sí solas, se convierten en el interés común (léase bien, el Interés y no el bienestar) y no a la inversa. El ideal a alcanzar entonces es que, el mejorar las cosas como nos parece, deba desarrollarse en un marco legal que promueva la capacidad de elegir en condiciones de libertad.


Hasta aquí, vamos bien con la explicación de lo que es el Liberalismo que no hay nada de NEO. Pero queda un asunto pendiente: El mercado y el sistema capitalista. Debo advertir que no son una dimensión exclusiva del sistema liberal aunque le es consustancial. Está demostrado que el mercado puede convivir y sobrevivir, en sistemas cerrados y totalitarios, como en el Fascismo y el Comunismo u otra versión colectiva. Esto distorsiona el sistema societal de manera tal que genera demasiadas asimetrías, por cuanto quien regenta el poder político es quien más se beneficia de las bondades del mercado. Pero, esa es una discusión que dejaré para otro artículo.


Cerrando la idea vemos que el Historicismo nos hace peones de un sistema y en consecuencia nada hay que hacer para cambiar el destino. El Liberalismo por contraparte, piensa que los protagonistas de ese destino son los individuos y que son sus Acciones Humanas las que lo hacen cambiar. Por ejemplo, la explicación de la Pobreza de una postura a otra puede variar en que una, sea causa de la explotación de un sistema burgués y en otra la causa y producto de las decisiones que han tomado los individuos.

Debe quedar claro, que en el sistema Liberal, no se premia el mejor esfuerzo ni la mejor motivación, sino la mejor solución a un problema, es por ello que supera a cualquier forma de colectivismo en la efectividad para resolver situaciones. Desde el historicismo esos problemas provienen de sistemas, clases, Líderes, o algún orden constituido que le son externos al individuo, lo cual le dispensa de sus acciones individuales erróneas. Por ejemplo, no entré en la Universidad porque allí entran los hijos de los ricos; no tengo un buen trabajo, porque contratan a los menos capaces y les pagan menos; la chica que me gusta, no me para, porque hay que tener coche y dinero.


¿Y dónde está la postura Egoísta? Mejor lo plantearlo así: ¿La solidaridad con los desposeídos?, ¿la humildad o la justicia social, en dónde están? Precisamente la ceguera que causa el historicismo al confundir al individuo como un depredador a quien sólo le importan sus fines, extermina, la creencia de que en un sistema liberal sea posible la sensibilidad social. El tema es que estos valores se entienden diferentes. Por el ejemplo el DAR, ser HUMILDE y ser SOLIDARIO, debe provenir de la voluntad individual (bien sea por una exigencia religiosa que se practique o por una responsabilidad moral ante nuestros semejantes), pero nunca porque alguien la reclame para sí o para otros como un derecho. ¿Y qué hay de La Pobreza?. Que es evidente que existe, resulta demoledor mirarla de esta manera: que hay personas mucho más prosperas que otras por el tema de que todos somos diferentes y resolvemos nuestros problemas con múltiples soluciones y en distintos escenarios; algunas soluciones son (y siempre serán) más efectivas que otras. Ahora bien, ¿cómo hacemos esto? pues con un sistema legal que garantice con las mismas condiciones y oportunidades la posibilidad de superar o no a tan perverso mal humano. Pero nunca porque un sistema privilegie a unos más que a otros y menos porque sean de la clase política gobernante. Por lo demás hay gente que es feliz sin dinero y sin bienes materiales.


Por Qué el Individualismo no es Egoísmo: Xat amb Nur (I)

Hace poco conversaba a través del chat con una ex-alumna sobre temas que tienen que ver con la búsqueda de la felicidad, el logro de méritos y la prosperidad personal. Acusioamente me insistía en que no olvidara la humildad, el valor de tener solidaridad con aquellos que más necesitan y como elemento medular que la felicidad no es la riqueza ni alcanzar muchos títulos.

Quiero decir que en el plano teórico, -mas no en los métodos de como supuestamente se consiguen estos ideales-, estoy de acuerdo con algunos de los presupuestos que me sugería. Y sin que se horroricen mis lectores por su percepción porque asumo valores de la tradición liberal (que no significa derecha), puede que les haga pensar que esa postura equivale al Egoísmo. Para seguir, tal como lo dicta la maqueta teórica colectiva, viene sin ninguna duda lo siguiente: La consecución de mis Fines no les importan los Medios que utilice, esto pareciera que desde el plano moral y ético hace perversa y mezquina mi actuación. Por eso, justamente aprovecho la oportunidad para defender lo que producto de la demonización de las teorías que se hacen defensoras de estos ideales (todas provenientes de la matriz filosófica del historicismo), cautiva a mucha gente distorsionando muchas veces la verdad. Esto es asociar a la libertad individual con libertinaje, la riqueza como producto de la explotación -que se obtiene sólo a costo de los más débiles- y con ello la consecuencia final es que se amplían las desigualdades y se perpetúa la pobreza.


Haciendo caso a la libertad de que pensamos como queremos y que nadie nos puede juzgar por ello, me adentro al planteamiento. Sin embargo, quiero advertir que muchas veces, el caldo, que alienta a esta postura haciéndola potente en fuerza, ha servido para esconder la frustración por lo no alcanzado, lo cual, hace que responsabilicemos a personas o cosas externas, antes -y solo si hay razonamiento- que a nosotros mismos. Allí y justo allí ciertos sentimientos humanos perversos como la envidia, el resentimiento, el dolor por el fracaso y el peor de todos, el Odio afloran con brillantéz. Debo advertir que tal empresa la partiré en varios artículos.


El Historicismo y El mito del Destino


El colectivismo en términos conceptuales, y no hablo en sentido peyorativo como cuando se habla del neoliberalismo, en la versión de K. Popper se usa:”para designar la doctrina que hace hincapié en la significación de algún ente colectivo o grupo, por ejemplo: el Estado, ´o un Estado determinado, una nación, una clase, etc´ en oposición al individuo.” Al respecto sus defensores se hacen eco de la causa ideal de la justicia social y la igualdad. La pregunta es: ¿Y cuál es el problema?. Pues este: Que ve al individuo como “un peón, un instrumento insignificante dentro del desarrollo humano” Primero porque manifiesta, que los grandes protagonistas de la Historia son -y cito a Popper “las grandes naciones y sus grandes líderes o bien quizá las grandes Clases (los proletarios, los arios y etc.) o las Grandes ideas” y segundo el error en su afán por descubrir supuestas leyes históricas (tal como lo hace la física a los objetos, y digo error porque el comportamiento humano no tiene necesariamente, las mismas propiedades) podrían permitirnos profetizar el destino del hombre.


Es así como nace el Destino Predeterminado como idea consustancial al dogma y que nada podemos hacer para cambiarlo. En ese sentido, poco importan las actuaciones del individuo, para contrarrestar el devenir y su andanza por este mundo. Nada se puede hacer. ¿Cómo vamos a ir en contra del destino?. El efecto es perverso puesto que semejante instrucción puede ser un elemento condicionante para no hacer “nada para cambiar las cosas”. Muchos sistemas Monárquicos, Religiosos, Estamentales, de Castas y Regímenes Totalitarios en los cuales un partido (político o de clase) se hace acreedor de la verdad, encuentran aquí una fórmula perfecta de dominación. Visto así el egoísmo en el plano individual no iría más a allá de su frontera, el problema se encuentra en la forma colectiva de entender la mejor política. Ni el Liberalismo en la forma más sofisticada podría lograr semejante aberración.

Continuará..