miércoles, 10 de febrero de 2010

Una Reflexión para Reanudar el Trabajo..


Interrumpo la pausa que me había tomado y me vuelvo a animar para seguir escribiendo en este blog; para que la luz de esperanza liberal no se apague en mis amadas tierras venezolanas. Lo hago para alimentar desde mi humilde óptica a aquellos ex alumnos y amigos que de alguna manera se han visto cuestionados, por la insistente y mezquina postura del socialismo radical en convertirse en el único referente teórico-práctico de explicación de la realidad de los venezolanos.

El horror socialista venezolano, está a punto de llegar a sus 15 primaveras –tan solo le faltan 4 años- . Hasta ahora, y como ocurre en todos los socialismo clásicos (de inspiración netamente marxista y algunos con su más espeluznante aderezo leninista) hacen ver a los ojos internacionales un modelo atractivo y de grandes avances sociales. Mentiras como la reducción de la pobreza, mejoramiento del sistema de salud, incorporación al sistema educativo de las clases desposeídas, crecimiento económico e incorporación de los sectores más pobres a una vida mejor, se hacen ecos de la jerga polítca dominante. Se le suma a ello, por ejemplo que somos riquísimos y que tenemos yacimientos del preciado oro negro por siglos (cuando en Europa ya se piensa en el automóvil eléctrico). El moderno “sistema de nomenclatura” se apoya en el fenómeno de las tecnologías de información y comunicación para crear esta ilusión y en los cientos de “camaradas a sueldo” que publican en cualquier medio de información en el mundo, los supuestos avances.

Es como cuando se juega a la lotería o al Kino; se espera que algún día llegue el premio gordo y sin embargo, nunca llega. Así sucede con el Socialismo en Venezuela, una apuesta que lleva 11 años intentando vencer ficticios obstáculos mentales o fantasmas que crean terror como: una invasión yanqui inminente, una guerra con Colombia, o un magnicidio que sale a la palestra en los momentos de debacle económica o pérdida de apoyo popular. Hay otras veces que se culpa a los supuestos burgueses (que hoy en día solo son los altos funcionarios estatales) y al pueblo mismo de algunos males. Por ejemplo, la energía eléctrica es culpa de nuestro desmedido gasto consumista.

Ese clima se ha mantenido a lo largo de los 11 años y no es ajeno a las venideras elecciones de la asamblea. Si todo no está perdido habría que tomar en cuenta dos rasgos –que no son los únicos -pero que vale la pena trabajar. De ellos, el Totalitarismo del siglo XXI[1], presenta uno que es muy sabido y el otro quizás sea poco creíble, por lo neurálgico que le es movimiento estudiantil al poder que ahora regenta el social-chavismo.

El totalitarismo no puede asesinar a diestra y siniestra tanto como lo hacía en el siglo pasado. Pero, una de las principales características que mantiene es perpetuarse en el poder. Es por ello que, se sirve de anular las instituciones en otrora democráticas y que ahora son el más vil de los “instrumentos de dominación” de las acciones destructivas del gobierno. Para ello únicamente coloca a los suyos –supuestos patriotas o revolucionarios, que nada tienen de ello sino, que son hombres genuflexos al poder y como destreza curricular la “Obediencia Ciega”. Sin embargo el Social Chavismo, no produce hombres inteligentes que reúnan estos requisitos; como ya no encuentra a muchos para esa tarea tan repugnante, los importa de gobiernos cercanos ideológicamente como Cuba.

Ahora de seguro estas líneas hacen pensar a nuestro lector que eso no es nuevo. Y es verdad, pero préstese atención a lo siguiente. No podemos negar que hay jóvenes que aborrecen la política y no por ello merecen que los acusemos o critiquemos injustamente de antipatriotas.
Hay muchos de ellos que creen en la doctrina social marxista, porque su virginal pensamiento es absorbido por el verbo de militantes inescrupulosos que se encuentran en todos los sectores de la sociedad. Estas son personas atentas y vigilantes que cuidan chismosamente la revolución a expensas de algún beneficio monetario o puesto municipal –los batallones, las misiones, las milicias, consejos comunales entre otros. Otros jóvenes, viven en un total aislamiento, se hacen ecos de otras causas, para olvidar la crispación política y creerse a sí mismos que en el país no pasa nada. También debemos recordar que ya hay generaciones, que nacieron cuando Chavez, empezó a gobernar o tan solo eran unos niños. Para ellos Chavez siempre ha existido y no conocen la democracia, es decir, el respeto a la diferencia y la alternabilidad del poder. Es posible que si no se les habla a ellos, con base y argumentos, nunca podrán salir del “Coma Ideológico” que produce el Social-Chavismo. Ese verbo mezquino que echa la culpa de lo que pasa a los ricos o burgueses ataca con éxito en los más humildes sectores, pues para ellos es la única explicación por la cual padecen la pobreza, porque no tienen a nadie que les explique la otra perspectiva.

[1] Así lo llama un estudio patrocinado por la Universidad Central de Venezuela en el 2009 y el cual es firmado por destacados científicos sociales del Observatorio Antitotalitario Hannan Arendt