En Defensa de Compradores y Consumidores III
Para aquellos que piensan que el progreso y el éxito sólo son posibles a través de la suerte…al estar el día y a la
hora adecuada.
Siguiendo el hilo conductor de los artículos: De
esos Efectos Perversos de la Publicidad y Percepción-Realidad y Utilidad-Necesidad, acabo esta nueva entrega del tema
que venimos trabajando: La Publicidad como herramienta perversa del engaño y
generadora del consumismo desproporcionado.
Esta vez le dedicaré las líneas a quienes
denomino: Los Jueces[1],
que dotados de una psicología y conocimiento particular del mundo, poseen una
destreza en argumentar, con cierta pobreza intelectual pero con mucha astucia y
a través de grandes y complejas plantillas de explicación, siempre en el plano
de la opinión[2]
(oídas, repetidas, experienciales, pero nunca probadas[3]);
las razones absolutas del por qué la publicidad es nefasta. Su éxito radica en
la relativización del discurso y en muchos a jugar siempre con la ofensa al
otro, encubriendo todo bajo un siniestro punto de vista.
Vamos a poner de relieve tres debilidades de su
encendida retórica. La Primera y la más grave, es que se dotan de un argumento
que toma matices tal y como lo hacen las religiones que han alcanzado el
monoteísmo. Una verdad (incuestionable) única y que protege los intereses del
bienestar común, del prójimo; digamos de las Buenas Normas y Costumbres. Un ejemplo
de muchos, es que hacer publicidad de dulces, chocolates o juguetes para los
niños, son malas, porque cosifican los deseos del infante y suponen que la
relación padre-hijo se erosiona por ello. Al hablar de ello, inmediatamente se
sirven de la institución familiar, haciéndose defensores de ella (sin que ella
se los pidiera) protegiéndola de las amenazas externas, y evitando supuestamente,
la desintegración familiar. En esa dimensión consiguen lo que les gusta,
representar la causa de alguna Bandera para apartarse de los que califican de
títeres. Trasladados de la publicidad de los chocolates (y sin saber cómo ni
cuándo) nos vemos contra la pared. Es imposible preguntarse: ¿Y quién se puede
oponer a valor sagrado de conservación y protección de la familia para la
sociedad?: Nadie. No es que tengan la verdad sino que han trasladado la
discusión al plano Moral o la defensa de la misma. Ya no es una discusión sobre
la Publicidad.
Lo segundo. Estando allí salta otro rasgo que les
distingue. Me refiero al Altruismo. Con
ello se protegen de la crítica puesto que la causa que se defiende es
supuestamente social, sin pedir nada a
cambio, es una responsabilidad que tienen por y en pro del bien común. En otras
palabras porque la causa que defienden beneficia a la mayoría. Así que
cualquier cosa que se diga a favor de la Publicidad se califica de antiética o
amoral, ya que con ello se ataca sus “buenas intenciones en pro del bien
todos”. Lo anterior les hace creer en la superioridad de sus ideas sobre la de
los demás, cuando son sólo mortales y quiero decir con errores y por ello, Ni
menos pero tampoco Más que los demás. Con
argumentos como éste, es que no se pudiera hacer publicidad de cigarrillos,
licores o condones. ¿Parecido o no? al fanatismo religioso.
Sin menospreciar esta habilidad retórica, aun
así, carecen de base por cuanto se han saltado la capacidad de Elegir y Decidir
de las personas con Libertad[4].
Tal cosa, es la que nos aleja de toda fauna y nos convierte en Homo Sapiens. Pero,
quieran o no mi estimados lectores y aunque les suene increíble, para estas
personas la gente no es más que una cuerda de borregos[5]
con los ojos vendados que no pueden escapar de un sistema que los controla y éste
no es otro que el malvado Capitalismo (por cierto, el cual vaticinan desde hace
más de 300 años que está por desplomarse).
Según ellos, (y me pregunto yo: ¿de qué vale la
pena vivir?) no puedes y nunca podrás luchar contra los grandes intereses. Con
esto se saltan otro argumento. Que si bien la sociedad aspira a ser mejor, más
justa y más prospera, ello lleva consigo también, por diferenciación de los
intereses individuales y la naturaleza orgánica de la sociedad misma, a que las
cosas que consideramos malas le son propias a todo conjunto societal. Y que por más que deseemos que todos los
ciudadanos se porten o simplemente lo hagan bien, no todos lo quieren. De hecho
si es lo contrario, simplemente no podríamos hablar de una Sociedad (tal vez el
edén?) y que únicamente un sistema donde
impere la Ley aspiraría a resolver las diferencias o asimetrías.
Lo tercero, es caer en el juego hasta la
extenuación, para que simplemente te quede el sabor amargo de que no has sido
comprensivo con tu prójimo.
[1]
Son las Personas que en tanto detractoras de la Publicidad sostienen que las
personas se convierten en títeres del consumo
pero que, paradójicamente a ellos no les convierte en tales.
[2] Acaso The Second-Hand
Thinking?
[3] Y mucho
peor, probadas supuestamente por Otros e
incapacitados ellos mismos de hacerlo
[4]
Según ellos, eso no es posible por cuanto hay un sistema con oscuros intereses
además de ocultos.
[5]
Lo más curioso es que ellos se apartan de este rebaño ya que dotados de su
conocimiento excepcional conocen la supuesta verdad y no se les puede engañar.