miércoles, 12 de julio de 2017

La Nueva Izquierda en España


“De los hijos de Fontanero a la clase acomodada y con Phd


Con las últimas elecciones primarias del PSOE en España la izquierda se adentra a un nuevo proceso de transformación. Un nuevo rostro. Los barones ya no vienen de sufrir la inclemencias del capitalismo y mucho menos de las clases bajas y excluidas. La nueva dirigencia política ha ido a la Universidad y hoy son Doctores. Susana Díaz ha sido la última de esa estirpe genealógica que para ser de izquierdas era normal ser hijo de las clases menos favorecidas. Ya no hay que sufrir la desigualdad para convertirte en un portentoso defensor del “verbo bueno” ni mucho menos ser pobre o venir de abajo. Ahora el “verbo bueno” está instalado en la Tele, los ensayos, en pseudolibros y las revistas que leemos.
La incendiaria verborrea, en la cual el apocalipsis está por venir si seguimos con el “No es crisis es Capitalismo” y el cual luchan por abolir, sencillamente no se padece. Tal cual como hijos dignos de su padre ideológico K. Marx. Hablar, prescribir y curar lo que no se padece en tanto condición social. Es necesario que el verbo mute, desde la estrechez conceptual proletaria (solo para trabajadores industriales), incorporando a saco al campesinado con Mao, hasta llegar a los precarios e indignados y así por lo siglos de los siglos...
¿Cómo sucede? El dominio del “verbo bueno” se constata en los medios de comunicación masiva, las escuelas y universidades. En las kilométricas tesis de Licenciados, Master y Phd que sirven a la ideología en las ciencias sociales (que es en dónde más habitan los correligionarios) y en cual la afinidad de camarada puede colocarte el aprobado. En los mesías que nacen en cada crisis económica. Es así como va el asunto.
Por ejemplo, en la radio y en la prensa puedes notar en una simple tertulia como hay dos conclusiones distintas usando los mismos datos. No distintas por encontrarse una nueva perspectiva sino por oponerse a que otro no tenga razón. Y ni comento sobre el nivel de análisis. Lo más parecido a un charla de bar en la esquina. Pero eso es lo que vende.
Solo hilando fino desmantelamos la visión negra que comparte la izquierda del mundo. Sencillamente porque en hoy hay menos pobres y más progreso que antes de la invención del capitalismo. Aún así, en la izquierda europea interesa mantener discursivamente que la fatalidad (mientras no gobiernen ellos) y el apocalipsis existe. Solo así se consiguen votos. Cabe preguntarse por qué ninguno de estos defensores padecen de calamidad alguna? Cómo hacerlo desde un puesto de diputado cuando su sueldo supera la media de la gente y que otros no tendrán ocasión de ganarlo. Esos que no padecen son los que hablan en nombre de “la Gente”. La respuesta. Un uso demagogo del ideario para acceder al poder y vivir de el. Y lo más importante, lo que más critican y lo que más odian es precisamente de lo que más viven y se usufructúan: el Capitalismo.